Pilar Aymerich (Barcelona, 1943) inicia su trayectoria profesional en la fotografía a finales de los años sesenta, en el marco del tardofranquisme y la Transición española. Su cámara será testigo de manifestaciones, huelgas, celebraciones y movimientos sociales, siempre desde una conciencia social, humanista y feminista.
Inicialmente se forma en dirección teatral en la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual, en Barcelona. Después de un periodo de formación en Londres y en Francia, vuelve a Barcelona el año 1968, donde empieza su trayectoria en la fotografía, publicando a partir de entonces en múltiples revistas y rotativos, como Serra d'Or, Triunfo, Destino, El Viejo Topo o El País.
Las imágenes de Aymerich se caracterizan desde sus inicios por poseer un potente carácter narrativo que fluye en paralelo a los textos que acompañan. Sus reportajes fotográficos se constituyen en secuencias en que se puede identificar un principio, un desarrollo y un final de la situación o la acción que se captura.
El fotoperiodisme que practica Aymerich rehuye la distancia, la supuesta objetividad del documental. Sus imágenes surgen del conocimiento de una situación dada, de la familiaridad con el entorno y de las relaciones interpersonales que construye. Su obra constituye un referente para el fotoperiodisme de la segunda mitad del siglo xx, en un ámbito en que las mujeres eran una minoría.
La exposición actual, comisariada por Neus Miró, que incluye fotografías y una proyección desconocida, es la primera que se organiza entorno a su trayectoria, merecedora del Premio Nacional de Fotografía el año 2021.